Un Ejemplo de esencialidad (9533)

Articolo di Martina Cavallaro, 21 anni, di Tradate (in italiano) e di Paola Danitza Hernandez Rojas, 22 anni, di Callao (Perù) (in spagnolo).

Vacas locas. Pollos a la dioxina. Miel azul en Alsazia .Niños que van por primera vez en una granja y no pueden creer que las chuletas que comen tengan una cara y se muevan. Algo no va aqui. Estamos acostumbrados, cuando queremos algo ir al supermercado o a la carniceria. La hilera alimentar se complicò y se alargò tanto que hemos perdido conocimiento de lo que comemos. No estamos seguros hasta cuando leemos las etiquetas que los productos son de origenes biologicos o de crianza libre. El caso de las lasagnas con carne de cavallo es un ejemplo claro. No han cambiado solamente las cosas que tenemos en el plato, hemos cambiado tambien nosotros , nuestras costumbres, nuestros deseos, nuestro modo de relacionarnos con los demas y con el mundo. No es posible pensar vivir en manera diferente.


Proponemos aqui una testimonianza que llega de la otra parte del mundo: desde las cordilleras de los Andes para ser mas precisos. Las fotos indican el pequeño pueblo de Villa Union, en la provincia de Ongoy (Andes centro-meridional). Como en los pequeños pueblos de la Europa de hace años atras, aqui la economia se concentra sobretodo en la agricultura y la crianza. Se cultiva maiz de varios generos ( ver fotos 7 y 8 ) con esto se produce bebidas y dulces como la chicha de jora, y la humita; variedades de tuberculos como la papa ( fotos 6 -1 ). En el pueblo la mayoria crian cabras, gallinas, cuys y en las zonas mas altas de los Andes tambien las llamas (ver fotos de 9 a 14) y producen solo el necesario para vivir. Aqui la gente habla todavia el quechua, el idioma original de los incas. Esto no quiere decir que nos encontramos en un pueblo de la edad de la piedra: no falta agua, luz y la posibilidad de hablar por telefono con los seres queridos o de mirar la telvision . Nada impide a las personas de dirigirse a pueblos mas grandes o de emigrar a ciudades como Lima o Arequipa.Sin embargo aqui tambien la vida continua, mas lento y mas dificil, pero no por esto se puede decir que sea menos autentica.
MI VIAJE EN PERU’ de Danitza Hernandez
No regresaba a Perù despues de nueve anos y nunca habia visitado el pueblo de mi abuelita en los Andes. Estuve por dos semanas, aislada del mundo, compartiendo las costumbres y ritmos del pueblo de mi abuelita. Pensaba que iba a tener dos semanas de total relajo pero me equivoque. Mi dia tipico comenzaba a las seis de la mañana, cuando mi abuelita me despertaba. Me esperaba un grande desayuno con sopa de calabaza, mais cocido, papas cocidas con queso. Despues la seguia todo el dia y la ayudaba en todas sus cosas: a pastear las cabras, dar de comer a las gallinas, y otras cosas mas. Con el pasar de los dias me sentia mas desenvuelta, caminaba mas rapido y el cansancio no lo sentia como al inicio.
Aunque si pasaba la mayor parte del dia en los campos y entre los animales,mi abuelita tiene un pequeño negocio al frente del colegio del pueblo . Dado que las personas proveen solas a la comida de cada dia, las cosas que vende mi abuelita son quadernos, bebidas y dulces de vario tipo y sobretodo el pan porque mi abuelita es la unica que lo hace en el pueblo. Cuando al negocio venian los clientes, la mayoria hablaba el quechua, tambien los niños que a la entrada y a la salida del colegio llenaban el negocio para comprar
tantos dulces y caramelos. Aunque si no les entendia nada me daban una grande alegria porque eran timidos pero a la vez felices. En la tarde si no teniamos que estar en el negocio, mi abuelita y yo paseabamos por la montaña disfrutando del inmenso paisaje. Uno de los ultimos dias que pase ahi fue el dia de mi cumpleaños. Era la primera vez despues de tanto tiempo que festejaba mi cumpleaños con mis familiares,algunos de ellos no los conocia, y para la ocasiòn mi abuelita cocinò mucha comida buena. Generalmente en los cumpleaños se regalan ropa, cosmeticos o dinero, yo recibi cuys, gallinas y quesos. Aprecie bastante estos regalos porque nunca me sucediò y fue algo unico y emocionante.
Durante mi viaje he podido gozar del paisaje maravilloso, de comida natural y de tantas cosas bonitas, pero tengo que decir que me he quedè sorprendida de las condiciones de pobreza en las que se encontraba el pueblo. Sabia ya que los andes habia pobreza pero estar en el sitio fue otra cosa. Pude notar che muchos niños no iban al colegio o almenos no frecuentemente porque tenian que ayudar a los padres en los campos. No es el tipo de pobreza a la cual estamos acostumbrados a pensar: no se sufre de hambre extrema, ni de enfermedades graves, todos tienen una casa y una familia; por otro lado la gente se acontenta con lo que tiene y no siente la necesidad de cambiar vida. Muchos viajan a la capital para trabajar y ganar lo suficiente para poder regresar al pueblo y vivir bien. Mi abuelita tambièn hizo asi: viajò a Lima, trabajo por muchos años y se hizo una familia y cuando sus hijas eran suficientemente grandes regresò a Villa Union. Pienso que ahi las personas se encuentren bien porque viven con lo esencial. Como decia mi abuelo: “ En la ciudad todo es facil porque tienes todo listo; aqui no es asi pero estas satisfecha de tu trabajo”
El regreso a la ciudad fue como regresar a otra realidad, pero pienso que alejarme de todo por dos semanas me ha servido mucho. Sinceramente no he tenido la necesidad de Internet, celular y otras comodidades aunque si en varias ocaciones me hubiese gustado compartir con mis amigos las maravillosas experiencias que vivia cada dia . Al termine de mi viaje hize un balance: por una parte muchos “menos “ –comodidades, internet, supermercados, transporte veloz y mucho mas-por otra parte tantos “mas”. No solo sabia de donde provenia las cosas que comia tambien contribui a producirlo , no tenia un automòvil y se necesitaba oras para llegar a la ciudad mas cercana, en este modo he podido conocer mejor los lugares donde paseaba.
No me fui a Villa Uniòn con la mapa geografica y con una camara fotografica profecional, no vivi en hoteles y no fui con la intenciòn de descubrir nuevos lugares : viaje con la idea de pasar buenos momentos con mi familia y no meesperaba vivir una experienza increible , la que cada turista sueña. He vivido con la gente del pueblo, en una casa como las demas, y trabajando como ellos todo el tiempo. Nada era programado y aun asi aprecie muchas cosas que para la gente del pueblo era costumbre ; de seguro para mis coetàneos de Busto Arsizio no pueden nisiquiera imaginarse. Por esto estoy muy feliz de contar a todos ustedes mi experienza.

cod. concorrente 1503190517


Leave a Reply


>